El símbolo para liberar tu pensamiento: El fuego y las cenizas de Shiva
PIENSA – Libera tu pensamiento
Dentro del hinduismo y su concepto de trimurti o tres formas, Shiva es el dios encargado de la destrucción y renovación del universo. Es un dios tan benévolo como terrible, tiene más de mil nombres como el gran señor, el primero, el destructor, aquel que libera de toda esclavitud o el dador de felicidad. Se le representa como un yogui omnisciente viviendo una vida austera en el monte Kailash, sumergido en una meditación profunda posee tres ojos, uno de los cuales se encuentra en el centro de su frente y le otorga una potente intuición. También posee un tridente del cual cada una de sus puntas simboliza la creación, el mantenimiento y la destrucción de todo cuanto existe, así mismo también representa el pasado, el presente y el futuro.

Su tercer ojo de la sabiduría puede ver más allá de lo evidente, y quemar de forma salvaje cualquier parte del universo; nadie puede escapar de este fuego, ni siquiera el resto de los dioses. Podrás ver a Shiva siempre con un color claro, de tonos blancos, azulados o grisáceos, esto se debe a que quema en su fuego del conocimiento todas las impurezas; hace arder el ego, la soberbia, la cobardía, los apegos, etc… Y después unge su cuerpo con las cenizas resultantes. Este misterioso dios también es llamado garganta azul por la leyenda hindú del principio de los tiempos que da origen al mundo tal y como lo conocemos. En ella los dioses (Deva) y demonios (Asura) luchaban por la inmortalidad, un día los dioses debilitados pidieron ayuda a Vishnu, el cual les dio la idea de convencer a los demonios para unir fuerzas en la tarea de batir el océano de leche primigenio.
De un lado los dioses y de otro los demonios removieron el océano usando la montaña Mandara, y la serpiente Vasuki enroscada a su alrededor como cuerda. Los dioses y los demonios tiraron de cada extremo de la serpiente, batiendo así el océano. Tras miles de años de esfuerzos, producto de esto comenzó a salir un variado número de objetos extraordinarios y seres maravillosos. Sin embargo lo primero que emergió fue un veneno llamado Kalakuta, tanto dioses como demonios se paralizaron por el terror ante este poderoso veneno que podía destruir toda la creación. Ante esta situación Shiva movido por su compasión tuvo el atrevimiento de beberse todo el veneno.
Después de esto los dioses ayudados por Vishnu se hicieron con el néctar de la inmortalidad, al no poder ser vencidos por los demonios esta vez los arrojaron a los infiernos. Shiva misteriosamente sobrevivió al veneno y conquisto la muerte por completo, yendo más allá de los poderes de esta, así salvo al universo y su garganta quedo azul para siempre; solo escaparon a su hazaña unas insignificantes gotas que cayeron de sus labios y fueron bebidas por serpientes y escorpiones, dando origen a su toxicidad.
«Considera el mal como el mal. Habiendo considerado el mal como el mal, desilusiónate, purifícate y libérate de él.» – Buda Gautama.
Siguiendo el ejemplo de Shiva, si nos atrevemos a hacer arder la parte impura que nos sobra, después nos haremos más fuertes sobre la ceniza. Lo primeo es buscar dentro de nosotros estos vicios, hay muchos pero por poner un ejemplo puedes usar la lista de los siete pecados capitales que describió el cristianismo: Lujuria, ira, soberbia, envidia, avaricia, pereza y gula. «Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio.» – Antoine de Saint-Exupéry.