El símbolo para cuidar tu percepción: El olor de la flor de loto
PIENSA – Cuida tu percepción
Antes de continuar permíteme contarte la historia de la flor de loto, que dentro del budismo es una planta sagrada y nos servirá de símbolo para este capítulo. Esta típica flor oriental suele encontrarse en estanques y lagunas, en estas aguas estancadas y turbias sus semillas germinan y enraízan. Estas raíces van abriéndose paso entre el lodo y ascendiendo hasta superar la superficie del agua. Una vez consigue llegar a la superficie, crece en grandes hojas de color verde azulado y erguida sobre el largo tallo, nace una de las flores más exquisitas que existen. Esta preciosa flor crece abierta elevándose hacia el cielo.

Para el budismo esta planta forma parte de los ocho símbolos auspiciosos sagrados a causa de su desarrollo en tres fases. Primero el lodazal sumergido desde donde nace representa el caos de una vida terrenal, nuestros deseos materiales y sufrimiento. Después el hermoso crecimiento ascendente que realiza la planta representa nuestro desarrollo personal, las ganas y el impulso por mejorar. Y por último las hojas y flores que produce representan la pureza y elevación espiritual a la que una persona puede aspirar.
De esta manera la planta se desarrolla desde miedo al amor. Puede estar más inmadura, cercana al miedo y la necesidad, o crecer más elevada y percibir desde el amor, tal y como puede hacerlo tu percepción personal. Comienza enraizándose desde la oscuridad repleta de incertidumbre, necesidades básicas y apego material, haciendo una base pero esto no la basta. No puede dejar de buscar algo mejor, de crecer. Tu percepción también busca expandirse hacia la luz, dejando atrás todas las necesidades no esenciales, abriéndose hacia el espacio vacío, la ausencia de prisa y la felicidad. Finalmente la planta florece hacia el cielo, y no lo hace de cualquier manera, lo hace con grandeza, colmada de vitalidad, ansiosa por regalar belleza, sin negociación o dudas, sin necesitar nada a cambio, por propia naturaleza. Porque siempre había sido así desde el principio.
«He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: Solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos.» – Antoine de Saint-Exupéry. ¿Quieres escuchar lo más poderoso? Las semillas de esta pequeña planta pueden esperar diez siglos antes de germinar, ¿qué poderosa realidad verdad? La leyenda cuenta que cuando el niño buda dio sus primeros pasos, todos los lugares que piso fueron bendecidos con flores de loto.